Un buen chaval
Hace unos días un titular de prensa sorprendió por su prosa malograda donde se
podía leer ” el Príncipe es un buen chaval”, adjetivo familiar identificado
con el término conceptual de joven,
etiqueta replicada y pronunciada en los medios de comunicación por el cómico
Pedro Ruiz con ocasión de entrevistas
que viene manteniendo Don Felipe con gente friqui , intelectuales y personas globalizadoras que se mueven en el
terreno de la cultura , al objeto de conocer el estado
de opinión de la calle, de las tertulias y de los foros, respecto de la familia
Real o sea , la Monarquía. Y ese “chaval”
ya ronea la cuarentena de años, vistiendo canas en la barba a la manera
de un viejo chivo. El Príncipe de
Asturias , según el Rey ,en una de sus últimas declaraciones realizadas en
televisión comunicó , sin estridencias, y calladito , que aquél es uno de los más preparados de los habidos , tras ser instituido ese título
por un descendiente de Enrique III el doliente, rey de Castilla ,casado con una nieta de Pedro el Cruel, asesinado por su hermanastro Enrique el de
las Mercedes, que inaugura la dinastía de los Trastámara.
Lo de” buen chaval” viene a cuento porque en días anteriores
e inmediatos ,el Príncipe de Asturias se hizo notar por su presencia en el AVE
de Barcelona , en su estación, con ocasión de inaugurar aquella vía con Francia
,enlazando aquel ferrocarril las cuatro
ciudades catalanas para terminar en París, según información procedente,
acompañado de miembros destacados del Gobierno, entre otros Rajoy y Ministra de Fomento, a la par que en
sucesivas fotos y cortes de televisión se percibía ,con expresa evidencia y
notoriedad, la figura” inasequible al
desaliento” del Presidente de la comunidad catalana , Arturo Mas, que con
gestos estudiados protagonizaba y movía la mayoría de posicionamientos que aquellas
autoridades del Gobierno adoptasen, liderando sus pasos hacia posturas fijas o móviles, sea a la cabecera del AVE,
sea en las escaleras mecánicas de los accesos a la estación y por más ,cuando
se situaron sentados en el trayecto del ferrocarril.
Y en este escenario , sentados en el vagón del AVE, llama la
atención la sobreactuación de Arturo Más
que reposadamente y encarado con el chaval manifestó, sin inmutarse, al
corrillo que cultivaba la natación todos los días , iniciando con
desfachatez y sin soltarse de la peana ,un tema de conversación que animaría a
los demás a definir aptitudes deportivas
que practicaran, así intuyo que Mariano
Rajoy expresaría y abanderaría su pasión
por el ciclismo o pasear ,desconociendo quien suscribe las actividades
deportivas de la Ministra de Fomento,
sentada a la izquierda de aquel inasequible y enfrentado a su primer ministro , al cual
adora, y arrima cuando puede su ascua fría y sordomuda. Don Felipe pudo hablar
de innumerables temas que acapara y
singularmente de carácter deportivo , actividad en la que es un maestro
,concretamente en vela, esquí, judo, y
un largo etcétera, aunque no se mostró ufano dejando que los gallos y gallina
del corral piaran .
Y en ese teatro del
AVE qué actitud percibimos en el joven Príncipe
, que callado esperó su turno y envite, y como una bola de billar recorría las bandas sin que se
detuviera por impulso o inercia del
discurso de los otros, singularmente dos de ellos , Arturo y Rajoy, que en la
mesa y con los colmillos retorcidos pasaban el mal rato, entreteniéndolo con
artificios y palabrerías huecas. La actitud de nuestro Príncipe se manifestaría
acojonantemente agresiva
mostrada en la expresión de sus risorios que se
apretaron al máximo , añadiendo a su
rostro dureza , yendo con su mirada de
aquí para allá sin detenerse en ninguno de los dos pájaros por si acaso, matizando con ello algo de
excesiva prudencia y paciencia, a la espera de pasar ese tiempo encarnizado y
hasta más ver.
Lo curioso de esta reflexión es la actitud de quien parecía
dominar la situación ,Arturo Mas, que con claros gestos , entrenados y aprendidos meticulosamente ,
dibujaría los modos y maneras al resto de contertulios ,no sé si por sentirse
en su casa o por una megalomanía
galopante que le aproxima ,sin más, al abismo del suicidio político, o qué se
yo.
Ahora, qué hubiese ocurrido si en vez de estar presente el “chaval”
en aquel corrillo del AVE si le hubiera sustituido su padre, mostrando
rostro bonachón ,marcado por una ironía
borbona con el añadido de extraña sordina , que parece que no escucha cuando todo lo
oye, estrategia que le sirve para provocar en los otros desdén y a veces burla , adornado su majeza
que la tiene per se, cansado ya de
prestar oídos a sandeces de algunos
políticos y que como es sabido no consiente
que nadie bajo El inicie asunto de conversación , o ser preguntado por
cualquier evento, cuidándose los súbditos de no importunar al Monarca con temas
improcedentes o banales , iniciando El las cuestiones que convengan al caso o tratar los pormenores que interesen .Lo contrario sería una falta de
educación grave a nivel de cortesía ,sea
por la majeza que representa el monarca ,sea por la edad, saber y gobierno que
a aquella Majestad adornan.
Y esto me lleva a concluir que SM el Rey tiene la capacidad
de impresionar ,dominar ,dejar sin lenguaje al otro, y provocar un vacío en la
comunicación que puede trastear cualquier
intento de confundir sobre quien manda/reina en la pajarería de España . De ahí que en las
turbulencias que se sucedan en territorio
hispano no conviene a SM abdicar de la corona por la crisis económica que
arrastra España ,amén del desafío soberanista que impulsa Cataluña, implementada por la crisis de
confianza institucional, razones serías
por las que el “chaval” debe quedar a la
espera de nuevos vientos de poniente ,entrenándose cada vez más para ser un
auténtico Príncipe de Asturias y no ser
una bola de billar que pueda ser bandeado por otros que se puedan sentir
iguales o superiores .La majeza, Alteza ,se conquista en la brega de los
corrillos, en los medios, y en los foros de la calle